En Colombia, en los hechos, no existe la libertad de expresión ni el derecho a manifestación contra la injusticia social
La represión se ha hecho sentir nuevamente contra aquellos que aún siguen en las calles. El gobierno paramilitar de Colombia no ha podido doblegar ni tampoco vencer en su voluntad de cambio después de más de 6 meses de una huelga general prolongada en todo el país. Esto es la injusticia social que asola a Colombia.
Una muestra de esta situación es que cientos de jóvenes de primera línea, estudiantes y trabajadores están siendo judicializad@s bajo montajes que buscan y pretenden acallar las voces de la rebeldía y de la indignación. Esto surge ante la barbarie del gobierno narco paramilitar de Iván Duque; que bajo el pretexto de garantizar la seguridad, ha asesinado a más de 85 personas desde el 28 de Abril de este año.
Igual que en cualquier dictadura disfrazada de democracia, dónde la justicia está hecha para legitimar un sistema injusto. Este sistema condena a jóvenes que no tienen otra perspectiva de vida que la de expresar su inconformidad y su anhelo de salir de la pobreza, del desempleo y la precariedad. Y con un poco de suerte sobrevivir en ese paraíso de la muerte, la violencia y el terror al que las élites han sometido a Colombia.
Detenciones
Las detenciones arbitrarias e ilegales se han sucedido en toda Colombia, con todo tipo de incumplimientos de la ley y la Constitución Política. El resultado: juicios injustos y sin plenas garantías, y penas absolutamente desproporcionadas, nunca impuestas a corruptos y asesinos del gobierno.
Los montajes, las noticias falsas y el sabotaje del régimen en contra de la población, son sólo una parte de toda la estrategia de intimidación desplegada en esta nueva fase, pues las amenazas de muerte, torturas y desapariciones todavía continúan. Y ello se engloba en un estado de injusticia social al que, desgraciadamente, ya están acostumbrados.
Para toda Colombia es inaceptable que mientras que políticos corruptos, paramilitares, narcotraficantes y asesinos de la clase política siguen en el poder de gobierno, decenas de jóvenes son enviados a cárceles de todo el país porque un día decidieron luchar por una justicia inmersa en la impunidad.
Otra prueba de que esto es cierto es que individuos de la autodenominada “gente de bien”, como el pistolero Andrés Escobar, que disparó contra manifestantes junto con la policía, siguen libres y protegidos por el estado colombiano. La impunidad para los asesinos del pueblo es absoluta; mientras que el aparato judicial es usado como arma para torturar y privar de libertad a quienes luchan por justicia social, contra la explotación y el empobrecimiento.
#COLOMBIA: No más Falsos Positivos Judiciales ¡Libertad preso@s polític@s!
¡La lucha sigue!
Por Laura Daniela Aristizabal, Castellón.