Todas las lágrimas derramadas, toda la sangre que perdimos se va a convertir en una historia con final feliz, porque lo lograremos
No hay perdón ni olvido para este gobierno maldito. Esto duele y duele muchísimo, pero mas arde esta sangre de dolor y rabia que se mezclan con las lágrimas. Duele ver la indiferencia de este gobierno dictador e indolente ante el clamor de un pueblo que agoniza.
Arde el corazón en llamas cada vez que cae un hermano de mi patria gritando Justicia; esas lagrimas se convierten en lava al ver que no somos escuchados. Hoy alzamos nuestra voz diciendo que este sufrimiento no será eterno y esta lucha no será en vano, porque esas balas que usted policía nos esta disparando, las convertiremos en poesía, música y cultura.
VIAJAREMOS
Sabrán que nos levantaremos y sembraremos lo que a ustedes les hace falta, honor y dignidad. Y viajamos aunque no podamos, viajamos con el alma y el dolor con las lagrimas y la impotencia. Viajamos hasta los ojos de aquel niño que sin entender nada, vio como su familia era asesinada a manos de un devorador de alma, sin compasión alguna.
Hasta el sufrimiento de una madre que se despidió de su hijo con una bendición de esperanza; y que por culpa de un arma letal quedó en un injusto descanso eterno. Ahora esa madre espera a su hijo con el corazón roto para abrazarlo de nuevo. Con el cuerpo de aquella mujer, joven y niña sintiendo como su alma y su virtud son cercenadas por un ser perverso. Viajamos hasta el dolor de nuestros campesinos que sufren el despojo y el exilio de sus tierras, la tierra que nos alimenta y que con sus humildes manos ellos cosechan.
Colombia! hemos despertado y los que un día partimos lejos a buscar nuevas oportunidades, volveremos y ayudaremos a construir nuevos caminos para las nuevas generaciones. Qué orgullo son nuestros jóvenes que un día tomaron las riendas y dijeron basta ya! y con su sangre dejarán un legado para la historia de nuestro pueblo. Y es que somos la voz de un pueblo que súplica justicia a pesar de gritar tanto, si, nuestros gritos los están silenciando pero venceremos.
Sí, somos el país mas feliz del mundo, pero también somos el país de la pujanza, de la verraquera, somos símbolo de aguante a pesar de las adversidades y es aquí donde resurgiremos y lo haremos con fuerza y valentía.
Escrito por Juliana Palacio Agudelo